El Estado de Bienestar Creativo

 La última semana ha sido bastante turbulenta en el país. La salida de madre de las protestas, que en su concepción como actividad de protesta es legítima, buscando con ella restaurar derechos perdidos o evitar llegar a perderlos, como también evitar abusos por parte del Establecimiento en sus diferentes formas, a ahondado más la división ideológica y partidista en el territorio colombiano.

Unos tildan a los movimientos sociales de ser izquierdistas, obviamente su lucha se centra en buscar más bienestar y equidad en oportunidades para un mejor vivir, pero qué a su vez los actos vandálicos se los atribuyen a ellos con el fin de desacreditarlos y evitar llegar al poder por el lastre del comunismo en el ejercicio público del poder, temiendo que Colombia llegue asimilarse al estado fallido de Venezuela.

Pero, otros en sus hipótesis también plantean que los actos de vandalismo pueden ser promovidos y atizados por le extrema derecha con la finalidad de desacreditar las marchas populares y así establecer una barricada que logre detener el avance de los movimientos de izquierda en el campo político colombiano.

La olla con los ingredientes de insatisfacción ya se venía cocinando a fuego lento, solo faltaba aquel que la rebosara y es el proyecto de reforma tributaria (al momento de escribir este artículo, se conoció la noticia que el gobierno lo retiraba), criticado por raimundo y todo el mundo, incluso los propios integrantes del partido de gobierno se unieron en su contra.

Tampoco se puede tapar con un dedo el sol. La crisis social derivada por la pandemia, no solo en las personas en estado de vulnerabilidad, sino también en miles de emprendedores que vieron como el esfuerzo de tantos años se apagó al no poder operar sus negocios y tuvieron que cerrar, la gran mayoría de ellos, de clase media.

El gobierno con sensatez tiró el salvavidas para tratar de mantener el empleo, ingresos mínimos para población más necesitada, con el fin de seguir sosteniendo el Estado de Bienestar.

La teoría del Estado de Bienestar toma fuerza con Keynes (1936), cuando en aquel entonces había alta tasa de desempleo y baja demanda de consumo de bienes y servicios.

El profesor Fernando Salazar Silva (2006) en su artículo “Teoría Económica y Estado de Bienestar: Una aproximación” (https://www.redalyc.org/pdf/2250/225020344006.pdf) , citando a Muñoz de Bastillo (2000), plantea cuatro elementos base para la Teoría del Bienestar:

·         La Revolución Industrial:

Basta recordar, que hasta mediados del siglo pasado las teorías dominantes en la administración eran la Administración Científica de Taylor (productividad con base en la eficiencia del trabajador) y la Administración Clásica de Fayol (productividad con base en la gestión de la dirección), que en conjunto dieron pie para la consolidación de la Revolución Industrial. (Recomiendo ver la película Tiempos Modernos, de Charles Chaplin (https://youtu.be/ogoGG-jg104 ) , que a manera de sátira explica el modelo productivo y la crisis social de ese momento)

·         Construcción de propuestas sociales y políticas reales como alternativa al capitalismo.

·         La ideología que sustenta el Bienestar Social.

·         Aceptación de la Intervención del Estado (en sentido contrario a la teoría del laissez fair)

Pero ante el problema fiscal que debe afrontar el Gobierno, la afectación del aparato productivo nacional, no por cuenta de las dinámicas de mercado, sino por le bicho chino y sus variantes brasilera e inglesa que ya está en nuestro territorio, pone en jaque la Teoría del Bienestar.

Es claro que se debe proteger el ingreso en las familias en estado de vulnerabilidad, pero también la gobierno necesita de recursos para mantener los subsidios, un camino, pero fatal para el tema inflacionario, sería la emisión de dinero por parte del Banco de la República, otra manera es buscar la reactivación económica para generar nuevos empleos, a provechando los cambios en el uso de las TIC orientadas a la compraventa de bienes y servicios de manera virtual. (e-commerce), para ello se debe flexibilizar el marco normativo para creación de empresas, que sea más fácil montar los negocios, y que el Estado se convierta en un facilitador y no un obstaculizador, igualmente se debe impulsar el desarrollo tecnológico que permita la conectividad (vías físicas y digitales) de las zonas rurales con las urbanas como mecanismo equitativo de mercado.

La concepción del Estado de Bienestar, soportado en subsidiar debe cambiar por un Estado de Bienestar Creativo, es decir, aquel estado generador de oportunidades de emprendimiento y empleabilidad, porque, como me lo han comentado varios conocidos, se les ha dificultado conseguir quién trabaje porque los subsidios, en términos taurinos, los mantienen en “querencia” y al no salir de ese estado de confort se acostumbraron, que así sea poco, con los ingresos que les llegan para su manutención.

El Estado de Bienestar Creativo permitiría generar ingresos (estímulo de la oferta y demanda) para la inversión social productiva que compensan la tributación. A su vez con equidad debe permitir el acceso a educación, salud, a la conectividad con calidad, el Internet es considerado en algunos países como parte de los servicios públicos domiciliarios y no un lujo, unas de las brechas duras de cerrar, máxime en esta crisis, es la del acceso a la información y conocimiento.

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