Co-creación en el sector público para el "bien-estar"

 

La co-creación es entendida como “creación conjunta o colectiva” (https://www.fundeu.es/consulta/cocreacion-3/) y es una estrategia empresarial utilizada para mejorar su competitividad, en donde el trabajo en equipo es fundamental (difiere significativamente del trabajo en grupo), pero requiere a su vez crear alianzas con clientes y consumidores para desarrollar productos y servicios capaces de satisfacer sus necesidades, deseos y expectativas, que redunda en el “top of mind” y “top of heart” (lograr la fidelización de ellos).

Pero esa co-creación, como lo expresé en el escrito anterior “Des-gobernanza”, debe ser también estratégica en el sector público, con el fortalecimiento del trabajo en equipo, como lo escribió   Francisco Gómez Plano, en su artículo Roles en los equipos: unos favorecen y otros dificultan su efectividad: "un equipo integrado es aquel que reconoce las diferencias entre sus miembros y las acepta. Transforma la amenaza de la diversidad en oportunidades y posibilidades para co-crear conjuntamente. Y se orienta al logro de unos objetivos compartidos"

Pero también es importante en ese juego tecno-político, contar con la participación del sector privado, las famosas APP (Alianzas Público-Privadas), aportan transferencia de conocimiento y mejores prácticas realizadas en el mundo empresarial, porque ellas quieran o no, para sobrevivir en el canibalismo capitalista tienen la obligación de co-crear para mejorar su competitividad.

A su vez, una de las dificultades que se tiene para co-crear en el sector público nacional, es el “yo-ísmo”, cada uno quiere salir en la foto para enriquecer su capital político (y algunos otros el económico), dejando de lado la esencia del servicio público y es el bien-estar de la comunidad, y eso solo se logra cuando podamos entender que el funcionamiento del Estado y todas sus piezas debe tener un engranaje tal, que permita desde cada una de las dependencias encargadas de operativizar la acción pública local hasta el nivel supranacional articularse para generar estados de "bien-estar" colectivos, los cuales redundarán, como efecto mariposa en la competitividad del país.

Como ejemplo de invitación a la co-creación entre el sector público y privado, en el año 2018 escribí en el periódico El Mundo de Medellín, un par de artículos que implícitamente  invitaba a esta estrategia:

Uno titulado “Santander y Antioquia, una mirada desde la competitividad” (25/01/2018, https://www.elmundo.com/noticia/Santander-y-Antioquiauna-mirada-desde-la-competitividad/366154), en el cual hice un breve comparativo entre las fortalezas y debilidades de uno y otro según el ranking de competitividad.

Y el otro artículo publicado el 1/02/2018, titulado “Competitividad santandereana en riesgo por infraestructura” (https://www.elmundo.com/noticia/Competitividad-de-Santander-en-riesgo-por-infraestructura/366429), advertía sobre la gran debilidad que tiene el territorio del oriente colombiano para conectarse con el resto del país. Este tema salió a la luz pública de nuevo en el presente año cuando la Cámara de Comercio de Bucaramanga y los miembros de la Alianza por Santander alertando sobre esta debilidad del territorio, e invitan también a unir esfuerzos con el gobierno nacional para desenredar el nudo gordiano de la infraestructura regional (invitan a co-crear).

Solo co-creando el país podrá salir del atolladero en el que se encuentra, máxime en lo que nos depara el año venidero, en donde el hervidero prepolítico del “yo-ísmo” se lustra para brillar de cara a las elecciones del 2022.