Pelea entre toche y guayaba madura
Colombia está pasando por uno de sus momentos de relacionamiento más crítico del presente siglo con Estados Unidos, gracias a que no hemos sido inteligentes para zanjar las diferencias entre ambos gobiernos por las vías diplomáticas, sino a través de la “x-cracia” populista, entendiéndose por esta como el ejercicio del poder a través de las redes sociales, tenemos enfrentados a dos “toches” contra una sola guayaba madura, la sociedad colombiana, porque al norteamericano del común poco o nada le afecta esta garrotera.
Bien lo escribe Moisés Naim en su libro, titulado “La revancha
de los poderosos” (2022). Dice él, que en el orbe se está gobernando con el enfoque
de las 3P: populismo, polarización y posverdad, pero ese trinomio del ejercicio
gubernamental no solo está siendo ejercido por los jefes de estado, sino
también en los ámbitos regionales y locales, que se termina traduciendo en un
confrontamiento entre el toche y la guayaba madura, siendo esta la sociedad en
pleno quién termina pagando los platos rotos. Como por ejemplo la no inclusión
de Santander en el Conpes vial.
Describe Naim a los autócratas 3p como:
"dirigentes políticos que llegan al poder mediante unas
elecciones razonablemente democráticas y luego se proponen desmantelar los contrapesos
a su poder ejecutivo mediante el populismo, la polarización y la posverdad. Al
mismo tiempo que consolidan su poder, ocultan su plan autocrático detrás de un
muro de secretismo, confusión burocrática, subterfugios seudolegales,
manipulación de la opinión pública y represión de los críticos y adversarios.
Cuando la máscara cae, ya es demasiado tarde". (p.17).
Sobre el populismo, Naim dice que se ha interpretado erróneamente
al ser asociado con una ideología, pero que es una estrategia, en ese sentido cita
a Cas Mudde y Cristóbal Róvira Kaltwasser:
"los populistas pintan la imagen de un terreno político
claramente dividido en dos bandos: la élite corrupta y codiciosa y el Volk: el
pueblo puro pero traicionado y agraviado. Todos los problemas del pueblo se deben
a las decisiones – a menudo conspiratorias y siempre corruptas de una clase
dirigente mercenaria. Los líderes populistas aseguran que encarnan la voluntad
popular y defienden su causa contra la élite corrupta, […]" (p.18)
Lista Naim las tácticas en las campañas políticas y en el ejercicio
del poder de los populistas, que han sido estudiadas por diversos autores. (p.19)
·
El catastrofismo: basado en el pesimismo sobre la
situación que se encuentran, la corrupción, lo caótico y el fracaso de las
élites para resolver los problemas.
·
La criminalización de los rivales políticos,
quienes son tratados como viles delincuentes y no como opositores.
·
Las amenazas externas. El gobierno populista tiene
la paranoia que desde el extranjero le van a mover la silla para tumbarlo. “los
enemigos extranjeros pueden ser naciones, inmigrantes que roban puestos de
trabajo o empresas extranjeras abusivas que están explotando la patria”.
·
La militarización y paramilitarización como uso
de la fuerza para amenazar a la oposición.
·
El argumento del desmoronamiento de las
fronteras nacionales, por lo que se hace necesario reforzarlas para evitar la
invasión foránea.
·
Desprecio por los expertos, quienes exponen las
realidades con cifras y datos que no le convienen al régimen, por lo que hay
que desacreditarlos. “El populismo vive en un mundo de fe e instinto, no de
datos y ciencia.”
·
Los ataques a los medios de comunicación.
·
La erosión del sistema de pesos y contrapesos,
quienes ejercen el control político, legal y judicial, sufren de constantes ataques
con el fin de desautorizarlas, (Entiéndase por la estructura del Estado soportada
en triada de la división de poderes).
·
El mesianismo, representado en un dirigente de
personalidad fuerte que lucha contra las élites opresoras del pueblo.
En relación con la polarización, Naim dice que es la segunda
fase de la estrategia para que el populista usa para atornillarse al poder: “demonizar
sin descanso a los adversarios y resaltar los asuntos tanto viejos como nuevos,
que dividen a la nación es una estrategia polarizadora que, por desgracia,
suele dar muy buenos resultados. Es el método de lo que los marxistas llamaban “agudizar
las contradicciones. […]" (p.20), que terminan deteriorando el tejido social, no
solo de la macrosociedad, sino de la microsociedad, como son los amigos y la
familia.
Dice Naim sobre la posverdad:
"[…] Aquí nos encontramos con un fenómeno muy nuevo, no porque
los políticos no mintieran antes -pues, por su puesto lo hacían- sino porque la
posverdad va mucha más allá de una mentira. Con su utilización actual de la posverdad,
los líderes no se limitan a contar mentiras, sino que niegan de partida la
existencia de una realidad independiente susceptible de verificarse. El
principal objetivo de la posverdad no es que se acepten las mentiras como
verdades, sino enturbiar las aguas hasta que sea difícil distinguir la
diferencia entre verdad y falsedad." (p.21).
Los gobernantes 3P, pueden ser tanto de derecha o de izquierda,
la amenaza sobreviniente en el corto plazo está como la espada de Damocles, sobre
la institucionalidad democrática. Por eso es importante volver a fortalecer los
partidos políticos y finiquitar con las empresas electorales de garaje, nacidas
de la famosa operación “avispa” de Alfonso López Michelsen, después de la reforma
constitucional de 1991.
La “Revancha de los poderosos” analiza como “se obtiene, se
usa, se abusa y se pierde el poder en el S. XXI” y abre los ojos, da a entender
sobre la necesidad del ejercicio responsable, juicioso y concienzudo que como
ciudadanos tenemos en defensa de la democracia.
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